sábado, 19 de marzo de 2011

Una niña llamada CRI CRI


   "Cri Cri es una niña de rostro redondito que usa gafas redonditas y que, cuando sonríe, contagia con su alegría redondita a todo el que la mira. Es que Cri Cri es especial. Para ver bien, necesita gafas; para entender lo que le dice la maestra, se demora un poquito más; y como tiene muy buen apetito, luce como un peluche gordito.
   Cri Cri disfruta hablando de su perrita llamada aguacero. Dice que su perrita baila la conga de la felicidad al verla entrar en casa; o que cuando juegan a policías y ladrones y le dice "¡Ataque!", la perrita se pone las patas en el pecho como si tuviera un ataque al corazón; o que su perrita está muy bien adiestrada y que su mejor truco es hacerse la dormida y roncar.
   Este año Cri Cri fue por primera vez a un centro de educación infantil. Las vacaciones enteras se las pasó preparando su mochila y preguntando cuántos meses, días y horas faltaban para que comenzaran las clases. "En la escuela, en la escuela, muchos amigos tendré en la escuela", cantaba y bailaba Cri Cri formando una rueda pequeñita con su perrita adiestrada.
   El primer día de clase finalmente salió de su casa saltarina como un osito juguetón, mordisqueando antes de tiempo su rica y nutritiva merienda. Al cruzar la puerta de su escuela multicolor, su sonrisa era más grande que el sol y el cielo enteros.
- ¡Hola, cuatro ojos! -Le dijo sin querer herirla un niño que hacía rodar un pequeño camíón por el suelo.
- Ho-Hola -Dijo Cri Cri haciendo un enorme puchero y quedándose pegada a una esquina del aula; sin su mamá, su papá o su perrita aguacero para protegerla.
La maestra saludó a todas las niñas y niños, y le preguntó a Cri Cri (que aún seguía pegada a la esquina de la clase):
- ¿Cuál es tu nombre?
- Cri Cri -Dijo Cri Cri atropellándose con la lengua, pero no demasiado. Es que ella es de sonrisa fácil, pero tiene cierta dificultad para pronunciar.
- La gorda no sabe hablar -Dijo sin querer ofenderla otra niña que hablaba de corrido, como una estrella fugaz.
Cri Cri estaba completamente angustiada por el recibimiento que había tenido en su primer día de clase y estaba a punto de estallar en llanto. Pero la maestra, que era maestra y mamá, salió en su ayuda de una manera genial:
- Cri Cri ¿te gustaría bailar?
   La cara de Cri Cri se iluminó como si fuera una linterna. Siguiendo la música ni cuenta se dió que estaba en mitad del aula bailando y no en la esquina, haciendo pucheros. Con sus ojos cerrados bailaba dulcemente, imaginando que estaba en su casa, bailoteando con su perrita, su mamá, su papá y sus hermanos. Cuando abrió los ojos, su sorpresa fue mayúscula, pues todas las niñas y niños bailaban imitándola, y la tomaban de la mano para hacerse amigas y amigos suyos.
   El primer día fue difícil, es cierto, pero hoy, cuando Cri Cri llega al centro, todas sus amigas y amigos corean con alegría "Cri Cri, Cri Cri". Ya a nadie le importa que use gafas, o que se demore un poquito más en aprender, o que sea rellenita como un peluche, pues a la hora de bailar y sonreir, Cri, Cri es única.
   Y A TI... ¿QUÉ ES LO QUE TE HACE ESPECIAL?"  Álvaro Podestá.

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