jueves, 21 de enero de 2016

Cómo favorecer el control motor inhibitorio

(Adaptación del artículo http://www.thesensoryspectrum.com/sensory-motor-strategies-to-improve-self-control/)
En ocasiones los niños tienen dificultades de comportamiento, en su desarrollo y en el procesamiento sensorial manifiestan conductas motoras inadecuadas, fruto de una falta de inhibición en el control motor. Estas pueden incluir movimiento de los brazos (por ejemplo: dar puñetazos, bofetadas, arañazos) o de los movimientos de la boca (por ejemplo: escupir, morder, amenazar, gritar, jurar). Ayudarlos activamente a APRENDER AUTOCONTROL motor es una intervención muy efectiva. ¿Y cómo se les puede ayudar?
- Estrategias sensoriomotoraspromueven el desarrollo del control inhibitorio global, del comportamiento y de las habilidades sociales. Dado que un comportamiento inadecuado incluye movimiento, se pueden reforzar actividades que gradualmente requieran de mayores niveles de control inhibitorio para mejorar el autocontrol. Estas actividades pueden ser: escondite inglés, Simón dice, jugar al Stop bailando y juegos motores en los que haya turnos.
 - Actividades bilaterales (que incluyan los dos lados del cuerpo) secuenciadasLa investigación sugiere que aprender nuevas habilidades bilaterales y de secuencia (por ejemplo la percusión o el piano) promueve conexiones neurológicas (por ejemplo entre la corteza cerebral y los centros de procesamiento de emociones, así como a través del cuerpo calloso que coordina ambos hemisferios cerebrales) implicadas en las habilidades de autocontrol. Las conexiones neurológicas que impactan en el autocontrol pueden estar significativamente comprometidas en jóvenes con trastornos generales del desarrollo o con una historia traumática temprana. Por esta razón, las estrategias sensoriomotoras que incluyan movimientos bilaterales secuenciados parecen clínicamente útiles promoviendo control inhibitorio y comunicando emociones. Estas actividades incluyen: circuitos de obstáculos, actividades de botar pelotas, juegos de pasarse sacos con legumbres, movimientos de mindfulness. 
En este vídeo podéis ver un ejemplo de juego con sacos en el que hay que inhibir un movimiento para hacer el siguiente y mantener una secuencia.
En este otro podéis ver los beneficios del mindfulness en el colegio

Estas actividades se pueden integrar con expresiones verbales de sentimientos y estrategias de afrontamiento usando el juego.
- Actividades de movimientos lentos secuenciales incluyendo tacto profundo: la experiencia clínica usando el marco del procesamiento sensorial sugiere que estas actividades incluyendo tacto profundo en las articulaciones ayuda a los niños y adolescentes a calmarse. Mientras que algunos terapeutas cuestionan la eficacia de las intervenciones sensoriomotoras, los beneficios del ejercicio en el desarrollo de la salud física y mental se ha demostrado repetidas veces. Yendo más lejos, el ejercicio tiene claramente menos contraindicaciones en potencia en comparación con las prescripciones médicas alternativas para reducir la hiperactividad y la ansiedad.
Las actividades sensoriomotoras se pueden incluir en la rutina de las clases a través de pausas con movimientos, actividades musicales, descansos para ir a beber agua a la fuente y tareas del colegio (por ejemplo: mover mesas, mover colchonetas, llevando libros, repartiendo cosas por el colegio...). Se les puede enseñar a que independientemente usen tareas combinadas con estrategias de movimiento linear lento-regular y presión profunda (empujar la pared, movimientos isométricos, actividades en pelota terapéutica, ejercicios de brazo con Theraband, ejercicios de mano con masilla terapéutica) para mantener un buen estado de alerta cuando ellos se dan cuenta de que empiezan a estar nerviosos. 

Además, los niños puedes participar en actividades extraescolares que incluyan ejercicio aeróbico (paseos, bicicleta, patinetes, nadar, baloncesto, fútbol, baile y actividades de patio estructuradas).

sábado, 9 de enero de 2016

10 Consejos para ayudar a los niños a manejar la ansiedad

¡Feliz año 2016!
Estrenaré el año con unos consejos que he encontrado en la web www.themighty.com y que me han parecido buenos para niños que tienen ansiedad en determinadas situaciones.

1) Usar el tacto
Una caricia tiene un valor muy reconfortante.

2) Abrazar
No solo reduce el cortisol (hormona del estrés) sino que les hace sentir seguros. Después fomentar una respuesta adaptativa a la situación, aunque solo sea quedarse firme y respirar.

3) Usar un peluche para enseñarles a autocalmarse
Elegir un animal cotidiano, algo a lo que se arriman fácilmente. Si el peluche aparenta dormir, mejor. A la hora de dormir, contarle al niño que el gatito (por ejemplo) se ha quedado dormido. Colocar el peluche en su tripa o acurrucado a un lado del niño y contarle que tiene que intentar que el peluche siga durmiendo teniendo el niño una respiración y movimientos muy suaves para no despertarlo. Así el niño se concentra en su cuerpo y desarrolla su capacidad de controlar su respiración.

4) Entrenar la respiración
Practicarlo a diario. La respiración eficaz se realiza con el vientre ->  colocarle un juguete blando en su tripa cuando se tumbe y el juguete tiene que moverse arriba y abajo. También puede poner su propia mano sobre su tripa y decirle que al coger aire la tripa tiene que empujar la mano, y al soltar aire la mano tiene que empujar la tripa. La respiración debe ser profunda, es decir, coger aire lentamente, mantenerlo un par de segundos y soltarlo muy despacito.

5) Contar una historia
Una historia en la que el protagonista tiene el mismo miedo y otras cosas en común con él (por ejemplo: su comida favorita). La historia le ayuda a entender el miedo y facilita hablar de sus sentimientos. Preguntarle al niño sobre los pensamientos y sentimientos del personaje puede mostrar claramente el punto en el que se encuentra el niño porque sus respuestas estarán influenciadas por sus propios pensamientos y sentimientos. Por ejemplo: "Si fueras el personaje,  ¿qué harías en su situación?" Además, de esta manera se le involucra en la resolución del problema.

6) Un apoyo
Ayudarles a encontrar una palabra o una frase a la que pueda recurrir cuando se sienta nervioso. Es posible que durante el ataque de ansiedad no salgan las palabras, por lo que es importante decidir esa palabra/frase de antemano y recordársela cuando la necesite. Puede ser tan simple como "relájate" o "estoy bien". Pregúntale qué le gustaría escuchar cuando está asustado o disgustado.

7) Practicar la concienciación
Cuando el niño está nervioso, pregúntale dónde lo siente en su cuerpo, ¿en el vientre? ¿en la cabeza, brazos, piernas, pecho? Dile que ponga su mano suavemente en esa zona, o puede que prefiera la tuya. Después, que se concentre en la mano y sienta el confort que le da. Recuérdale que inspire y espire despacio. Mientras inspira, invítalo a imaginar el aire ir hacia su lugar de preocupación y cómo el aire quita la preocupación al salir. No pasa nada si solo desaparece un poquito y no todo, la idea es que la sensación sea manejable.
Explícale que hay mejores lugares para su preocupación que dentro de sí mismo; por ejemplo: que lo dibuje y luego lo tire.

8) Crea una fuente de confort que pueda llevar en su bolsillo
Esta es una técnica muy potente con niños a los que les cuesta separarse. Imprime una foto vuestra (del niño y tú); asegúrate de que la foto es emotiva. Después corta la foto por la mitad y dóblala. Dale al niño tu foto y tú quédate con la suya. Cuando el niño esté lejos, tu foto permanece en su bolsillo y la suya en el tuyo. Por la noche, la foto se vuelve a unir y se queda en el frigorífico o en su espejo, o dónde sea visible.

9) No fomentes la evitación
Cuanto más evite el niño la situación (que le da miedo o provoca ansiedad), más difícil será que la afronte. Aunque no quieras presionarlo, no llegues a favorecer la evitación. Esto podría, sin daros cuenta, reforzar el miedo, comunicándoles que aquello es temible y debe ser evitado. Anima cualquier intento que haga por demostrar un comportamiento valiente.

10) Evita usar etiquetas para él como "ansioso" o "tímido"
Formarán parte de su autoconcepto y se comportará de manera que refuerce la imagen  que tienes de ellos.

Para los niños con ansiedad, sus padres y gente que los quiere son tan importantes que pueden marcar la diferencia. Encuentra qué estrategias le funcionan y quédate con ellas. No te preocupes si no funcionan a la primera o si solo funcionan unas pocas.
La ansiedad puede ser dura y persistente, pero contigo detrás de ellos, tus hijos lo pueden ser más.